Análisis de la Gama Roland Juno

Tras la demanda de sintetizadores polifónicos con un precio asequible durante la década de los 80s, a principios de 1982 Roland presentaba su nuevo Juno-6, un sintetizador polifónico de 6 voces con tan sólo un oscilador por voz, que a priori auguraba que el sonido del Juno no sería precisamente muy potente.

Roland aplicó dos «trucos» para que el sonido del teclado llamase más la atención: un suboscilador, para dotarlo de mcuho más cuerpo y su archiconocido chorus. 

Evolución de la gama Juno

Más adelante, en el mes de Septiembre de ese mismo año, Roland lanzaba al mercado una nueva versión mejorada de su Juno, esta vez con capacidad para guardar presets y un arpegiador integrado: se presentaba el Juno-60.

Dos años más tarde, en 1984, la gama Juno se engrandecería con una nueva versión que, si bien sacrificaba su arpegiador, daba en el clavo incorporando la tecnología MIDI con el Roland Juno-106.

Visto lo visto, el Juno-106 era aparentemente la mejor inversión, pero en esta nueva versión Roland cambió el chip de polifonía de voces y consiguió el efecto contrario al deseado. Esta actualización lo hizo poco fiable y generó desconfianza, en especial entre los más puristas, que prefieren el sonido del Juno-60. Es por ello por lo que es este modelo (el 60) el más costoso en el mercado de segunda mano actual.

La arquitectura interna del Juno era algo muy simple, lo que le hacía un sintentizador que se caracterizaba por carecer de una amplia paleta de sonidos. Aún así, hoy por hoy es uno de los sintes más buscados por los productores.

DISCLAIMER: El logotipo y la marca Roland y el nombre del producto son marcas registradas de la empresa Roland Iberia SL en join venture con Roland Corporation Japan.